martes, enero 13, 2015

palabras dedicadas y agradecidas

deseo 
[de Manuel Bouzo de "Las cenizas del deseo"] 

1. Como un vendedor ambulante el deseo va ofreciendo su mercancía por doquier. Con un único objetivo: su realización, su materialización, su condensación en algo concreto. Sin embargo, la obtención de un deseo tiene como consecuencia al mismo tiempo su anulación, su negación. El deseo (un deseo) se consume en su realización. Pero siempre dejará un poso, un residuo, algo que alimentará nuevos deseos.

2. El deseo, generador de vida y de forma, es el impulso necesario e imprescindible para la creación, para la manifestación, condensación y substancia. Sin embargo, siempre se destruye en su propia consumación, en su propia realización.